Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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El 26 de julio Delia, Gemma, María y Silvia iniciaron su aventura por el sur de Tanzania.
Su experiencia la fueron recogiendo en su blog personal, un diario donde cuentan su día a día. Los acontecimientos durante el safari, sus conversaciones con Gregory como guía y Saidi como conductor, sus sobremesas tras las comidas preparadas por el cocinero Alfred, infinidad de momentos que hacen únicos estos viajes.
«El camping donde nos alojamos está en medio del parque y desprotegido de los animales salvajes, pero eso hace nuestra estancia mucho más excitante!!! En la tardía cena a base de platos nacionales tanzanos (ugali: pasta de maíz y sopa de banana riquísima), echamos unas risas con las palabras tan útiles que hemos aprendido en swahili: entre otras muchas: “sarubu kichua chini” que significa, el león está agazapado… Muy útil para nuestra vida cotidiana en Tanzania, pero es que resulta que las pocas palabras que conoce Saidi en español son: “Mira, mira mira, mira…. “ y poco más… lenguaje de safari. Dormimos tranquilas oyendo de fondo los ronroneos del león satisfecho después del baquete…»
«De los elefantes que vemos por la tarde dos tampoco tienen colmillos y empezamos a elucubrar sobre las posibles causas: que si los furtivos en vez de matarlos los anestesian para quitárselos, que si en las peleas se les rompen y que si un gen recesivo está cogiendo fuerza en la cabaña de elefantes de Mikumi. Esta última teoría va imponiéndose, porque si sigue la caza furtiva y solo cazan aquellos elefantes que tienen colmillos, se está produciendo una presión positiva hacia los que no tienen. Esto unido al aislamiento genético de los animales de los parques (no existe conexión real entre parques) y la endogamia, favorece la aparición de estos genes recesivos y su permanencia. Uno de los proyectos de este gobierto es crear un corredor de espacios naturales hasta Mozambique. Es importante para la variabilidad genética de la fauna. Entre estas elucubraciones estamos cuando Saidi decide llamar al guarda del parque para preguntarle. El guarda le dice que es un tema genético, que desde hace unos años están naciendo elefantes sin colmillos y cada vez se ven más. Yo les explico que sería sencillo realizar un test de paternidad y ver qué machos están transmitiendo el gen porque parece que el no tener colmillos es un problema, ya que no pueden luchar ni comer cortezas de árboles o determinadas plantas arbustivas. Ellos hablan con más gente por teléfono y ante la posibilidad de poder realizar algún estudio en la facultad de Veterinaria, deciden llevarnos a ver al jefe. Germanus, el jefe de ecología del parque, nos atiende muy amablemente y nos dice que sí que lo llevan observando desde hace años y confirma que es un grave problema para los elefantes. Dice que hay un trabajo de investigación que está buscando financiación para estudiar este tema, pero que estarían encantados de conseguir ayuda de cualquier tipo. Yo le digo que puedo intentar hablar con mis colegas a ver si se podría realizar con facilidad un test de paternidad, pero que ellos tendrían que tomar las muestras.»
Si queréis leer esta gran experiencia podréis hacerlo entrando en el blog de Gemma y Delia.