Ya han pasado unos meses desde que, Nuria, Albert, Pau, Roger y Ángela regresaron de una aventura que, según sus palabras, fue una “experiencia absolutamente genial”. Y no podemos estar más felices de haber sido parte de este viaje.
✈️ Aterrizaron en Kilimanjaro con esa mezcla de emoción y nervios de saber que estás ante un gran viaje. Arusha les recibió con sus calles vibrantes y caóticas, y su gente acogedora.
🥾 Elkidinga y Monte Meru les ofrecieron el primer contacto con la naturaleza. Una caminata entre cascadas y bosques les hizo comprender que este viaje no solo iba a ser sobre safaris, sino también sobre conexión con el entorno. 15 km de caminata para conocer la otra cara de Arusha, su parte rural y natural.
🐘 Tarangire fue el primer gran impacto: elefantes en manada, baobabs majestuosos y ese aire de sabana que lo envuelve todo.
Tras ese primer día de safari, llegó la inmensidad del cráter del Ngorongoro, ese que te deja sin palabras. Imposible no sentirse diminuto ante semejante maravilla.

🦁 Serengeti les regaló momentos únicos: atardeceres de los que te tocan, un grupo de leones acechando a su presa y la inmensidad de la llanura donde la vida salvaje sigue su curso sin filtros.

🌊 En Lake Natron, entre tierras volcánicas y flamencos rosados, caminaron con los masáis, descubrieron sus costumbres y compartieron miradas que hablan más que las palabras. Y que decir del volcán Oldoinyo Lengai, majestuoso.

🚲 Mto Wa Mbu fue el cierre perfecto: paseo en bici, mercado local, comida típica y ese contacto con la cultura que da sentido a los viajes.

Después de días intensos, la magia del Kilimanjaro les despidió con su silueta imponente. Y así, con el corazón lleno de recuerdos, volvieron a casa, sabiendo que esta experiencia les acompañará siempre.
Un viaje que no hubiera sido posible sin Ismael al volante y Eric ejerciendo de guía anfitrión.
Gracias, Nuria, Albert, Pau, Roger y Ángela, por dejarnos ser parte de este viaje. ¡Nos encanta ver el mundo a través de vuestros ojos! 💚🌍