Experiencias viajeras

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Safari, Amigos y Hakuna Matata: Un Viaje Inolvidable a Tanzania

Safari en Tanzania

Memorias de viaje de Dafna, Marcos, Victor, Cristian y Esther

«Día 1: Aeropuerto Arusha y Lago Manyara

Nuestra aventura comenzó en el Aeropuerto Arusha, donde fuimos recibidos por nuestro guía Anthony, quien sostenía un cartel con nuestros nombres. También conocimos a Bruno, nuestro conductor para los próximos días. Fue una cálida bienvenida que marcó el inicio perfecto para nuestra travesía en Tanzania.

El Lago Manyara nos dejó encantados desde el primer momento. Este parque es un sitio ideal para introducirse en el mundo de los safaris. Nos maravillamos con la variedad de monos, incluyendo los raros monos azules, y tuvimos la oportunidad de observar antílopes e impalas de cerca. Además, el paisaje del parque, con el lago tan cercano, resultó ser realmente impresionante.

La combinación de la fauna diversa y el entorno natural pintoresco hizo de este día uno muy especial. Lago Manyara fue la puerta de entrada perfecta a las maravillas de Tanzania.

Land Cruiser de safari
Land Cruiser de safari

¡Twende Zetu, a seguir explorando!

Día 2: Jornada Cultural en Mto Wa Mbu

El segundo día de nuestra aventura nos llevó al encantador pueblo de Mto Wa Mbu, donde disfrutamos de una experiencia cultural inolvidable. Montamos en bicicleta entre las exuberantes plantaciones de arroz y plátano, lo que nos permitió apreciar de cerca el paisaje agrícola local.

Tuvimos la suerte de contar con Kelvin, un guía local, quien nos mostró todo el pueblo y nos explicó las costumbres locales. Aprendimos sobre los diferentes usos que le dan al plátano, ¡incluyendo su transformación en cerveza! No dudamos en probarla y quedamos encantados.

Tras la visita al pueblo, nos dirigimos a una comida 5 estrellas que superó todas nuestras expectativas. Probamos alubias con maíz, ugali y otros platillos variados, comiendo como auténticos reyes. La visita al mercado también fue una experiencia fascinante, llena de colores y sabores.

Una pequeña crítica fue la visita a la escuela. Nos pareció un tanto enfocada al turismo, ya que durante la explicación de la profesora desde el primer momento, nos sentimos que nos forzaba un poco a darles dinero, lo cual nos resultó algo brusco. Si bien comprendemos la necesidad de apoyo debido a la falta de recursos, hubiera sido más natural que al final cada uno decidiera aportar dinero o materiales para contribuir, pero tal como nos lo presentó nos sentimos un poco incomodos ya que parecía un show donde hacían participar a los niños. Dicho esto, la visita a la escuela no era una parada obligatoria, un par de nosotros decidimos parar a verla.

A pesar de esto, esta jornada cultural fue una de nuestras favoritas del safari, especialmente por la comida que disfrutamos.

Terminamos el día con una frase que nos enseñó Kelvin: Niko poa kichizi kama ndizi kwenye fridge! (I’m cool as a banana in the fridge).

Mto Wa Mbu
Mto Wa Mbu

Día 3: El Cráter de Ngorongoro

El tercer día de nuestra travesía nos llevó al fascinante cráter de Ngorongoro (que en realidad es una caldera). Este parque nos cautivó con su paisaje espectacular, el más impresionante que habíamos visto hasta el momento. Tuvimos la suerte de llegar al mirador en un día sin niebla, lo que nos permitió admirar todo el parque desde las alturas.

En Ngorongoro, pudimos observar manadas de ñus, cebras y búfalos coexistiendo en armonía y tuvimos nuestro primer avistamiento de leones. Aquí es donde queremos destacar la importancia de tener un buen conductor. No todos los conductores son respetuosos con los animales y nos dimos cuenta de la suerte que tuvimos con Bruno. Su experiencia se notaba ya que siempre mantenía una distancia segura de los animales, respetando tanto el camino como a la fauna.

Ñus y cebras en Ngorongoro
Ñus y cebras en Ngorongoro

El primer par de leones que vimos (una leona y un león) estaban rodeados de coches. La leona se había metido en el camino buscando sombra debajo de un coche y los otros coches la habían encerrado para tomar fotos, incluso saliéndose del camino. El león macho se estresó y soltó un rugido.  Bruno decidió avanzar y fue una decisión acertada. Unos minutos más adelante, vimos tres leonas descansando bajo unas piedras, resguardándose del sol. Este momento nos hizo apreciar aún más la importancia de tener un conductor respetuoso como Bruno.

Anthony, nuestro guía, nos iba contando historias fascinantes sobre los animales. Nos seguía sorprendiendo con su dominio del español y su conocimiento vasto sobre la fauna. Podía ver los animales desde lejos, incluso cuando estaban «en el quinto pino,» como decía él, y no dejaba de asombrarnos con sus expresiones tan españolas.

Casi al final del día, vimos un rinoceronte a lo lejos. Es muy importante llevar prismáticos, Anthony tenía unos que nos permitieron observarlo mejor. Con esto, habíamos visto ya cuatro de los cinco grandes: el búfalo, el elefante (que vimos desde lejos en el Lago Manyara y de cerca al entrar a Ngorongoro), el león y el rinoceronte. Nos hubiera encantado ver un rinoceronte de cerca, pero debemos recordar que estos son animales en libertad, no un espectáculo para nuestra diversión. Están en su hábitat natural, no amaestrados. Con esto, emprendimos nuestro camino de vuelta a Karatu, donde nos alojamos en el Octagon Lodge. Fue un día increíble lleno de emociones y aprendizajes.

Ngorongoro
Ngorongoro

Día 4: Karatu – Serengeti

Nos quedamos dos días en el Octagon Lodge y, aunque el sitio nos encantó y estuvimos muy a gusto, creemos que la comida para el safari podría haber sido un poco más variada. Dejando eso de lado, seguimos nuestro camino hacia el Serengeti.

Pasamos de nuevo por la zona protegida de Ngorongoro y, al pasar, tuvimos la oportunidad de ver pueblos masáis y las majestuosas jirafas que nunca dejan de asombrar.

Al llegar al Serengeti, cuyo nombre significa «llanura sin fin», el paisaje se extendía hacia el horizonte, una mezcla de zonas secas y verdes que ofrecían una vista auténtica y espectacular. Aunque parecía que el día no nos traería mucha suerte, justo antes de comer comenzamos a ver leones, elefantes y todo tipo de herbívoros. Incluso fuimos testigos de cómo un facóquero ahuyentaba a una hiena, dejándonos sin duda sobre quién es el verdadero rey de la sabana.

Nuestro guía, Anthony, nos contó sobre una de las manadas de leones más famosas del Serengeti, formada por siete machos que habían destronado al antiguo rey «Bob Junior» y ahora reinaban en esa parte de la llanura. Las historias de Anthony nos mantenían fascinados y su conocimiento profundo de la fauna era impresionante.

Este día en el Serengeti nos brindó una experiencia inolvidable, llena de momentos emocionantes y paisajes impresionantes.

¡Hakuna Matata y a seguir explorando!

Elefante en Serengeti
Elefante en Serengeti

Día 5: Encuentros Cercanos en el Serengeti

Este fue el día en el que nos sentimos más conectados con la naturaleza. En el Serengeti, vimos manadas de elefantes increíblemente cerca, sus majestuosas figuras moviéndose con una gracia que solo estos gigantes pueden poseer.

Pero el verdadero momento mágico llegó cuando dos leones de luna de miel decidieron sentarse justo debajo del árbol donde habíamos parado para descansar. La pareja se acomodó a la sombra, brindándonos una escena digna de una postal. Nos quedamos en silencio, simplemente observando y admirando la serenidad de aquel instante.

Fue uno de esos momentos que nos recordó por qué vale la pena viajar y explorar. La belleza de estos encuentros imprevistos hace que cada día de safari sea único y emocionante.

Día 6: Más Aventuras en el Serengeti

Después de un día anterior en el que intentamos sin éxito ver un leopardo entre las rocas, este día tuvimos más suerte. Desde lejos, vimos a un majestuoso leopardo caminando por la sabana y luego subirse a un árbol. Con esto, completamos la lista de los «Cinco Grandes».

El momento culminante del día fue cuando vimos a un guepardo alimentándose de una gacela. Después de terminar su comida, comenzó a llamar a su cría. Fue un espectáculo increíble ver a la cría salir de su escondite entre los arbustos y reunirse con su madre. Este fue sin duda uno de mis momentos favoritos del viaje. Verlos juntos y luego alejarse mientras las manadas de gacelas y topis se mantenían alerta y corrían fue realmente impresionante.

El Serengeti nunca deja de sorprender con sus maravillosos encuentros y la belleza de la vida salvaje en su hábitat natural.

Guepardo en Serengeti
Guepardo en Serengeti

Día 7: Serengeti – Karatu

Hoy dijimos adiós a nuestro campamento en el Serengeti. Dormir en medio de la sabana es una experiencia que no tiene precio. Por la noche, nos tenían que acompañar de la tienda a cenar con linternas, por si aparecía algún animal, añadiendo un toque de aventura a nuestra estancia.

Nos despidieron al ritmo de “Jambo Bwana” y continuamos nuestro viaje rumbo a Karatu. Hicimos una parada para comprar recuerdos en las tiendas locales, lo que nos permitió llevarnos un pedacito de Tanzania a casa.

El trayecto desde el Serengeti hasta nuestro alojamiento de esa noche, Eileen’s Tree, tomó aproximadamente 3 horas. Nos gustó mucho el hotel y sus numerosas instalaciones, incluyendo una cancha de baloncesto. Sin embargo, al igual que en días anteriores, sentimos que la comida que empaquetamos del buffet podría haber sido más variada, aunque el desayuno y la cena fueron muy buenos.

Terminamos el día satisfechos y llenos de nuevos recuerdos.

Hipopótamos en Serengeti
Hipopótamos en Serengeti

Día 8: Tarangire

Este fue nuestro último día de safari y lo pasamos en Tarangire. Después de venir del Serengeti, extrañábamos las amplias llanuras y la tranquilidad sin aglomeraciones de coches. Sin embargo, Tarangire es definitivamente el lugar al que hay que ir si se quieren ver elefantes.

El parque está lleno de majestuosos baobabs y tuvimos la suerte de ver un leopardo descansando en un árbol mucho más de cerca. Además, una manada de elefantes se acercó tanto que uno de ellos estuvo comiendo de un árbol justo delante de nosotros. ¡Fue increíble!

Quizás hubiéramos preferido ver este parque al principio del viaje, después del Lago Manyara, y terminar con el Serengeti, ya que las expectativas quedaron muy altas. Aun así, Tarangire nos ofreció momentos inolvidables y fue el cierre perfecto para nuestra increíble aventura en Tanzania.

Elefantes en Tarangire
Elefantes en Tarangire

Día 9: Excursión a Cascadas, Cuevas Chagga y Cafetal en Kilimanjaro

Nuestro último día lo pasamos explorando la zona del Kilimanjaro. A pesar de las predicciones, el clima nos sorprendió gratamente, permitiéndonos ver el imponente Kilimanjaro desde lejos. Un guía local nos llevó a una cascada, una ruta de unos 40 minutos. La bajada a la cascada, aunque resbaladiza debido a la lluvia del día anterior, fue divertida y desafiante. Al cruzar el río, más de uno terminó con un pie en el agua, riéndonos de la situación.

Durante la excursión, vimos un camaleón de cerca y observamos cómo cambiaba de color según el entorno. Luego, visitamos las cuevas chagga, unos túneles utilizados por los chagga para esconderse de los Masai. Tostamos café al momento, cantando y aplaudiendo para motivar a los locales. Fue un día diferente y educativo, aprendiendo sobre las costumbres locales.

Maquinaria para el café
Maquinaria para el café

Un detalle que nos sorprendió fue encontrar una vaca y una cabra en una casa chagga que ya no estaba habitada, dejadas allí para mostrar a los turistas cómo vivían antaño. Esta práctica nos pareció un poco chocante, ya que los animales estaban solo por el turismo.

Este día en Kilimanjaro nos brindó una experiencia única, llenando nuestro viaje con más aventuras y conocimientos sobre la cultura local.

Casas chaga en Kilimanjaro
Casas chaga en Kilimanjaro

CONCLUSION

Y con esto se terminó nuestra increíble aventura en Tanzania. Aitor de la agencia española nos puso en contacto con la agencia local y nos planeó un viaje impecable. Luego Gregory nos ayudó mucho cuando, a última hora, tuvimos que hacer un cambio de planes. Originalmente íbamos a incluir Kenia, pero debido a un problema con la vacuna de la fiebre amarilla, decidimos quedarnos en Tanzania. Gregory reorganizó el viaje hasta el día que teníamos reservado el vuelo a Zanzíbar, adaptándose a nuestras necesidades y garantizando que todo saliera perfecto.

No podríamos haber tenido dos guías mejores. Bruno, un conductor de primera y súper respetuoso con los animales y el medio ambiente, y Anthony, que se involucró con nosotros desde el primer momento y nos hizo sentir como en familia.

Esta experiencia en Tanzania fue un viaje organizado a la perfección y lleno de momentos inolvidables, gracias a la dedicación y el cuidado de todos los involucrados.»

Safari, Amigos y Hakuna Matata: Un Viaje Inolvidable a Tanzania

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