Dala dala. Por Udare
Dala dala. Por Udare

Un viaje en Dala Dala - Diario del Viajero

Un viaje en dala dala no deja indiferente a nadie. Digamos que es intenso.

El dala dala es el transporte local por excelencia, tanto urbano como interurbano.

Barato, es barato, porque no nos engañemos, está bien optimizado. Cuando decimos bien optimizado quiere decir que en ocasiones levitas. Hay trayectos en los que no sabes si el asiento tiene respaldo.

Es un viaje de los que se conocen como viaje-experiencia. Para aquellos que quieran adentrarse un poco más en la vida local, tener un mayor contacto e interactuar con la población. Si buscas interacción, en el dala dala interacción la hay.

Para aquellos que no tienen remilgos puede ser una bonita experiencia que da pie a multitud de anécdotas y recuerdos, aunque en ocasiones, un tanto temeraria.

Es divertido ver a la señora con su cesta de banano repleta de verduras sobre la cabeza esperando en «la parada». Tu dala dala se detiene y es en ese momento cuando dices «ésta no cabe ni de coña». Pues mira cual es la sopresa, que sí cabe. La cesta te la entrega para que la lleves sobre tus piernas y entonces piensas «estas mujeres se merecen un monumento» seguido del «no sieento las piernas», tras encajar la cesta ella se sienta sobre la persona que está a tu lado y murmuras «que bien que llevo las verduras».

  • Fecha 3 abril 2014
  • Autor udare
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