Sheila y Alfonso en Serengeti. Por Sheila
Sheila y Alfonso en Serengeti. Por Sheila

Tanzania, el sueño de Sheila y Alfonso - Udare

Sheila y Alfonso siempre habían soñado con viajar a África y conocer sus maravillas naturales y culturales. Por eso, tras unos años complicados y de sueños aparcados, no lo dudaron ni un momento y reservaron sus billetes. Estaban a punto de vivir una experiencia inolvidable.

Alfonso y Sheila en Serengeti. Por Sheila

Su viaje comenzó en el Parque Nacional de Tarangire, donde pudieron admirar la gran variedad de animales que habitan en sus sabanas y bosques. Elefantes, jirafas, cebras, leones, búfalos y muchos más se dejaban ver entre la vegetación y los baobabs. Sheila y Alfonso se quedaron maravillados con la belleza del paisaje y la cercanía de los animales. Era como estar dentro de un documental.

Foto de grupo en la caldera de Ngorongoro. Por Sheila

Al día siguiente, se dirigieron al cráter del Ngorongoro, una de las mayores calderas volcánicas del mundo. Allí se encontraba otro ecosistema impresionante, con un lago salado en el centro y una gran concentración de fauna. Sheila y Alfonso pudieron ver rinocerontes, hipopótamos, flamencos, hienas, etc.

Grupo con Land Crusier. Por Alfonso

El tercer día fue el más esperado por la pareja: el Parque Nacional del Serengeti. Este parque es famoso por albergar la mayor migración de mamíferos del planeta, cuando millones de ñus y cebras se desplazan en busca de pastos frescos. Sheila y Alfonso tuvieron la suerte de presenciar este espectáculo natural puesto que en junio la migración está en su marcha hacia Masai Mara, todavía en los pastos de Serengeti.

Macho joven en Serengeti. Por Alfonso

El último día del viaje, Sheila y Alfonso quisieron conocer un poco más de la vida local y visitaron el pueblo de Mto Wa Mbu. Allí fueron recibidos por un guía local para disfrutar de un paseo en bici, una visita del mercado y la degustación de la gastronomía local. Aprendieron mucho sobre su cultura y sus costumbres.

Mto Wa Mbu. Por Alfonso

Sheila y Alfonso regresaron a casa con las maletas llenas de recuerdos, fotos y souvenirs. Pero sobre todo, con el corazón lleno de emociones y gratitud. Habían vivido un viaje increíble que nunca olvidarían.

Muchas gracias pareja por vuestra confianza y compartir vuestra experiencia y recuerdos.