Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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Teníamos muchas ganas de realizar este viaje en familia. El amor de Helena por los animales nos animó a embarcarnos en esta aventura. Aitor y Gregory nos hicieron muy fácil la preparación y resolvieron las miles de dudas que surgen en un viaje como este.
Comenzamos en Arusha, donde nada más aterrizar nos llamó la atención el paisaje, el ambiente que se respiraba y el contraste cultural. Gabriel y Joseph para nosotros han sido mucho más que el guía y el conductor; nos han cuidado, nos han enseñado muchas cosas y nos han transmitido la pasión que sienten por sus animales, su tierra, sus gentes, su cultura… les hemos sentido muy cercanos, les hemos cogido mucho cariño y nos hemos divertido mucho con ellos.
Hemos conocido el Parque Nacional del Taranguire, con sus milenarios baobabs, en el que pudimos observar un leopardo con sus crías, unos buitres comiendo un ñu o un gran elefante solitario. Hemos llegado al cráter del Ngorongoro, atravesando una espectacular y verde selva, donde pudimos observar la convivencia en armonía de búfalos, gacelas, cebras, ñus, impalas, flamencos… a orillas del lago Magadi. Hemos visitado el inmenso Parque Nacional del Serengeti; la llanura infinita, en el que hemos visto correr jirafas delante de nosotros, una elefanta y una leona amamantando a sus crías, una leona herida, que salió mal parada en la caza de la noche anterior, antílopes, hipopótamos, cocodrilos… todos los personajes de la peli del Rey León; además poder alojarse en el parque y escuchar las hienas y leones en mitad de la noche ha sido una experiencia inolvidable.
La visita al poblado Masai, la excursión en bici en Mto Wa Mbu, con Glory y el trekking a la cascada Napuru nos permitió vivir más de cerca el día a día y conocer mejor la cultura del lugar. Antes de regresar a casa, pasamos unos días más tranquilos en Zanzíbar, donde disfrutamos de sus playas cristalinas, la amabilidad de la gente y el ritmo pausado.
Fuimos a Tanzania atraídos por la riqueza de sus animales y descubrimos que lo mejor de Tanzania son sus gentes. Todo el mundo ha hecho que este viaje con niños fuera muy cómodo. Para los 5 ha sido una gran experiencia que recordaremos toda nuestra vida y que, sin duda, recomendamos.
¡Asante sana!