Mantos masai. Por Udare
Mantos masai. Por Udare

Compras Tanzania y Kenia

¿Quién se resiste a llevarse a casa un recuerdo, un souvenir o un regalo, típicamente africano, tras un viaje tan espectacular?

A continuación os hacemos unas recomendaciones a la hora de realizar tus compras:

Asegúrate de que es legal

Nadie quiere llevarse un recuerdo a casa, sabiendo que el hecho de comprarlo, incita en alguna parte a la caza furtiva o tala indiscriminada.

Productos de marfil, pieles de animales, dientes de léon, pelo de rabo de elefante, cráneos de animales, pezuñas, etc. hay infinidad de objetos, imitaciones en la mayoría de los casos y reales en otros, que nos podemos encontrar en tiendas de souvenirs de carretera.

Hay quien dirá que es de verdad, para justificar su valor, hay quien dirá que es imitación, para animar a su compra. Sea como fuere, es mejor no tentar a la suerte y tratar de llevarse a casa un recuerdo, que bien le puede suponer una considerable multa y la sospecha de si se está contribuyendo a la caza furtiva.

En el mismo sentido, nos podemos encontrar infinidad de recuerdos hechos de madera, como es el caso del ébano. No viene mal, antes de comprar, hacernos la reflexión de los riesgos que una tala indiscriminada puede tener en el medio en el que nos encontramos.

Restricciones con el equipaje

Suele ser habitual emocionarse con las compras y luego sufrir a la hora de querer llevarlas a casa. El exceso de peso del equipaje, puede hacer que el souvenir que tanto regateo nos supuso, nos salga caro.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que muchos de los recuerdos que podemos encontrarnos en las tiendas, pueden resultar armas peligrosas, bien sean cuchillos o lanzas masais, lo que nos puede generar problemas a la hora de llevarlas con nosotros.

Regateo y negociaciones

No hay que tener ni miedo ni vergüenza al regateo.

Es una práctica habitual y el vendedor de las tiendas de souvenirs, lo espera.

Una buena forma de iniciar el regateo, es ofrecer la mitad del precio solicitado. Eso siempre generará la alarma del dependiente, en muchos casos parodiada. Lo más importante, es tener sentido del humor y ser amable. No hay que enfadarse si la negociación no va por buenos cauces, seguramente habrá más oportunidades de poder adquirir el deseado recuerdo.

En el momento en el que se pierde  el rubor al regateo, se disfrutará y se acostumbrará a él.

Siempre conviene hacer el cambio a nuestra moneda, para no terminar regateando por una diferencia de míseros céntimos.

Trueque

En muchas ocasiones, el acuerdo puede llegar mediante un trueque de objetos.

Unas zapatillas de trekking que no te importa entregar, un fular, un viejo reloj, una camiseta del verano ’90, etc. pueden ser objetos más valiosos para ellos, que para nosotros. En esos casos no es mal negocio poder adquirir un manto masai, a cambio de una camiseta de la que ya nos hemos cansado.