Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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Nuestro viaje comenzó el 16 de octubre, cuando cogimos el avión en Madrid rumbo a Nairobi. Llegamos el 17 por la tarde, allí nos estaban esperando en el aeropuerto y nos llevaron a Wildebeest Eco Camp, un hotel a las afueras de Nairobi, rodeado de naturaleza, donde fueron muy agradables y nos prestaron muy buena atención.
A la mañana siguiente, tras haber cogido fuerzas nos vinieron a buscar Josep y William, guía y conductor, con los que pasaríamos unos días inolvidables haciendo el safari. Este día, tuvimos varias horas de viaje hasta llegar a nuestro primer parque nacional, que fue Amboseli, nada más entrar comenzamos a ver jirafas, elefantes y cebras….toda una fauna alimentándose y como fondo podíamos ver el Kilimanjaro entre las nubes. Este día dormimos en AA Lodge Amboseli.
Al día siguiente, salimos hacia Naivasha, nos alojamos en Lake Naivasha Panorama Park. Llegamos bastante más tarde de lo previsto, debido a un atasco en Nairobi, pero una vez que llegamos al hotel nos atendieron muy bien y nos prepararon la comida especialmente para nosotros. El lugar era encantador, disponía de un mirador desde el que se podía ver el Lago Naivasha que más tarde visitaríamos. Las habitaciones eran muy amplias y bonitas.
Después fuimos al Lago Naivasha, dimos un paseo en barca y vimos varias familias de hipopótamos, águilas y monos.
Más tarde hicimos una ruta a pie por los alrededores del lago, viendo cebras, ñus, impalas y jirafas.
Antes de llegar a Nakuru, fuimos al Lake Elmenteita, donde vimos flamencos rosas y flamencos blancos y unas formas formaciones montañosas que se asemejaban a un masai tumbado. Aquí un guía local nos explicó por qué los flamencos estaban en ese lago.
Después fuimos al Lago Nakuru, allí pudimos ver sobretodo búfalos y rinocerontes. Dormimos en el Punda Milias Nakuru Camp, que está a unos 15 minutos de parque, en una especie de tiendas de campaña con los sonidos nocturnos de todo de tipo animales, muy recomendable.
Al día siguiente tomamos rumbo al Masai Mara, tras varias horas de carretera, llegamos al que iba a ser nuestro alojamiento durante dos noches el Masai Mara Sopa Lodge. Nos adentramos en el Parque Nacional Masai Mara, en el que vimos el último de los cinco grandes, el leopardo, gracias a la paciencia y perseverancia de nuestros compañeros de viaje (guía y conductor).
Nuestra experiencia en este parque terminó con una visita a un pueblo Masai, que se encontraba a las afueras del parque, los cuales nos enseñaron sus costumbres, sus bailes y sus casas.
Acabamos el safari el 23 de octubre, cansados de los largos viajes, pero muy satisfechos por la cantidad de animales que habíamos visto y lo atentos que estuvieron de nuestras necesidades, tanto Gregory desde la distancia como Josep y William durante todo los trayectos y estancias.
Sin lugar a duda un experiencia para repetir.