Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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Dejar por un día el coche y dedicarlo a visitar el Parque Nacional de Hells Gate, puede ser una jornada a considerar en nuestro viaje por Kenia.
Este pequeño parque de tan solo 68 kilómetros cuadrados, se encuentra junto al lago Naivasha, a tan sólo 90 Km de Nairobi.
Sus paisajes, acantilados, gargantas, torres de lava y fumarolas lo hacen especial, un carácter único y diferente al resto de los parques de Kenia. Estamos en tierras volcánicas y es innegable que ha quedado reflejado en su esencia.
Pero sin duda, lo que lo hace especialmente atractivo para los viajeros y viajeras es la posibilidad de disfrutar del paisaje y su fauna, dando un paseo en bici (20$ por persona), o a pie acompañados por un guía masai (15$ por persona).
Sí es importante saber que en las llanuras del parque habitan diversos herbívoros, cebras y búfalos principalmente, siendo estos últimos especialmente impredecibles, por lo que se recomienda mantener distancias prudenciales, más aún cuando hay crías próximas.
Además de los herbívoros, este entono es todo un paraíso para las aves, donde se han llegado a contabilizar más de 100 especies diferentes. Especial importancia ha supuesto para el amenazado quebrantahuesos, puesto que entre los acantilados y torres de lava ha encontrado un inmejorable zona de cría.
El punto de partida más habitual para visitar el parque y sus enclaves más atractivos, suele ser la entrada de Elsa.
Será allí donde podremos empezar nuestro paseo en bici, o si por el contrario nos hemos decantado por el paseo a pie, nos tendremos que desplazar en nuestro vehículo, hasta el punto de inicio del paseo con nuestro guía masai.
Desde la puerta de Elsa podremos tomar uno de los senderos marcados, siempre en dirección a la garganta que da nombre a Hells Gate.
Pronto nos encontraremos con uno de los iconos del parque, la Torre de Fischer, que guarda una leyenda masai.
Una de las costumbres masais dicta que las novias cuando se casan, deben abandonar su pueblo sin mirar hacia atrás en su marcha. Pues bien, según la leyenda esta torre es una incauta novia, que rompiendo la tradición masai giró la cabeza para echar un último vistazo a su pueblo, quedando petrificada de inmediato.
Hoy en día es habitual encontrar escaladores ascendiendo por sus paredes. Se trata de una actividad que no recomendaremos, por la interferencia que puede suponer sobre la cría de aves rapaces.
Según la pista elegida, para llegar a nuestro destino, la garganta Hells Gate, nuestro recorrido podrá extenderse entre los 10 y 15 Km. Un paseo por llanuras donde nos cruzaremos con los animales que viven en este hábitat natural. Cebras, búfalos, gacelas, antílopes e incluso babuinos pueden ser contemplados.
Algunas guías indican que en estos parajes también habitan leopardos, guepardos y hienas, aunque lo cierto es que hace mucho tiempo que no hay constancias de avistamientos.
Conforme avanzamos la Torre Central nos indicará que el paseo se aproxima a la garganta.
Una torre de lava que los masais denominan Ol Basta (el caballo), ofrece una zona de anidamiento ideal para aves rapaces, sin duda punto de parada obligatoria para los amantes de las aves.
Desde Maiben tomaremos el sendero de 2 Km hacia la garganta que da nombre a la puerta del infierno (Hells Gate), donde veremos las impresionantes formas que la erosión del agua han creado sobre la roca.
Esta garganta ha servido de plató de rodaje y/o de inspiración, para afamadas películas tales como Lara Croft o la animada Rey León.
Para la visita a la garganta se recomienda extremar las precauciones en los meses de marzo y abril, época de lluvias, puesto que los niveles de agua pueden subir rápidamente y dificultarnos el paseo o incluso, poder vivir una situación delicada.
Será en este punto donde muchos viajeros y viajeras darán por finalizada su visita, teniendo que volver nuevamente por el mismo camino hasta la puerta de Elsa. Por esta razón y para evitar las horas más calurosas, se recomienda iniciar el paseo a primeras horas del día.
Para aquellos que dispongan de menos tiempo podrán recorrer el parque en su vehículo, dedicando su tiempo a explorar la garganta y detenerse en las torres para contemplar las rapaces. Pero innegablemente el mayor atractivo es poder recorrerlo en bici o a pie, descubriendo su fauna.