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El tren lunático ha sido durante años un referente en Kenia, en el trayecto que unía Mombasa con la capital keniana, Nairobi, entre otras localizaciones.
El arte cinematográfico ha contribuido en gran medida a su difusión, gracias a la conocida película “Los demonios de la noche”, obra que relata cómo durante su construcción, dos leones atacaron a los trabajadores y a la población local, dejando más de una treintena de personas muertas y más de cien heridas, y cómo un ingeniero de la obra y un cazador profesional, tratan de abatir y acabar con el «terror».
El proyecto de la construcción de este ferrocarril, fue ideado por el Gobierno Británico, con la finalidad de unir Uganda y Kenia, derivado de las fuertes presiones recibidas por parte de las empresas británicas, en la zona durante la época colonial y fue encargado a un conocido ingeniero con dilatada experiencia en esta materia, llamado George Whitehouse.
La tarea de su construcción fue ardua y dilatada, iniciándose sus obras en 1896 y finalizando en 1901. Miles de personas fallecieron durante su construcción, como consecuencia de las duras condiciones laborales y varias enfermedades.
Este tren ha estado operativo hasta 2017, cerrando definitivamente sus puertas y dando paso a una nueva máquina moderna de fabricación china, que recorre los mismos puntos, en una nueva vía férrea paralela, rememorando su historia.
La nueva estación de tren de Mombasa en Kenia, es un enorme edificio modernista en el que, por un momento, no sabes si estás en una estación de tren o en un aeropuerto.
En sus instalaciones así como en los vagones de tren, es frecuente encontrar personal de origen chino, tanto en mantenimiento, funcionamiento, como supervisión. Su acceso está controlado con un estricto control policial, en el que todo el equipaje pasa por el escaner y es rastreado por perros adiestrados, así como el típico cacheo policial a cada persona pasajera. Y es muy importante recordar, que no se pueden realizar fotografías a edificios públicos, ni a las personas trabajadoras que allí se encuentran.
El tren recorre varias localidades y realiza varias paradas en lugares como Mariakani, Miasenyi, Voi, Mtito Andei, Kibwezi, Emali y Athi River y por supuesto Nairobi.
Como el recorrido del tren atraviesa el Parque Nacional de Tsavo durante el trayecto, se puede disfrutar de un maravilloso paisaje, en el que en ocasiones se avistan elefantes, jirafas, antílopes…
Al comprar el ticket hay que facilitar el pasaporte, y cuando lo imprimen aparecen escritos el nombre y apellidos de cada persona, así como su número de pasaporte. Es muy importante guardar el ticket hasta el final del trayecto, puesto que hay que utilizarlo para poder salir de la estación de tren al finalizar el viaje.
En caso de que se prefiera comprar el ticket por anticipado, existe la opción de hacerlo a través de la siguiente página web: https://metickets.krc.co.ke/
Uno de los trayectos más frecuentes es el que une Mombasa con Nairobi. En este caso, las tarifas que se ofrecen son dos, la de primera clase que cuesta 3000 chelines kenianos o 30 dólares americanos y la tarifa económica que cuesta 1000 chelines kenianos o 10 dólares americanos.
La duración de este trayecto aproximada es de 5 horas y existen 2 frecuencias horarias las 9.00 de la mañana y a las 15.00 de la tarde. Si el horario elegido es el de las 15.00 de la tarde, hay que tener en cuenta que se llega a las 20.00 y a esta hora ya está de noche en Nairobi, y que si te espera alguien de alguna agencia o quien sea, te esperará fuera a la salida de la estación de tren (fuera de las vallas), ya que no está permitido el paso de quienes nos vienen a recoger.
En nuestro caso optamos por la tarifa de primera clase ya que viajábamos con un niño pequeño y bastante equipaje. La experiencia fue buena y es sobre la que podemos aportar información.
Durante la espera para el embarque en el tren, con la tarifa de primera clase ofrecen agua, café y té de forma gratuita.
En referencia a los vagones en los que se viaja, en esta opción de tarifa de primera clase, disponen de asientos muy amplios que cuentan con una mesa que permite trabajar, leer, comer… así como aire acondicionado, cargador eléctrico con clavija keniana (tipo G). Además, en su parte superior existen unos soporten donde se puede colocar el equipaje, permitiendo su control y acceso en todo momento.
También ofrece servicio de restauración, un azafato o azafata va pasando con un carro ofreciendo bebida o comida. Durante todo el trayecto ofrecen café y te gratuitos, pero además previo pago, se pueden adquirir otro tipo de bebidas y comidas.
Además este vagón cuenta con un dispensador de agua caliente y fría que permite poder rellenar nuestra botella de agua reutilizable, contribuyendo a la reducción del consumo de plástico.