Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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Seguramente si hablamos de Malindi y de la costa de Kenia, la primera imagen que venga a tu cabeza sea, la playa. Sin embargo en las cercanías de esta localidad costera, a tan sólo una hora de trayecto en coche, se esconde un joya natural con un paisaje espectacular, Hell´s Kitchen.
Hell´s Kitchen es una depresión natural ubicada en el pueblo de Marafa, de hecho también se conoce como la depresión de Marafa. Su nombre le viene dado por las elevadas temperaturas del lugar, que en algunos puntos pueden alcanzar unos 50 grados durante el día. Así pues, no es de extrañar que también se le conozca como, «la cocina del infierno».
Marafa es un pequeño pueblo con llamativos baobabs, de hecho en sus proximidades se encuentran los bosques de Dakatcha, muy ricos en biodiversidad. Es conocido por los lugareños como «depresión sagrada natural» y para otros como «el lugar roto por sí mismo»
Hell´s Kitchen es un extraño cañón de arenisca y para muchas personas, es el secreto mejor guardado de Kenia. Pero cuidado, nada tiene que ver con Hells Gate, ya que en ocasiones, se tiende a confundirlos al hablar de Kenia y nada tienen que ver.
En este valle habitan grandes pilares de arenisca que miden unos 30 metros. Estos pilares son conocidos como «señoritas» y han sido creados a partir de la erosión sufrida por el viento y la lluvia, con el paso del tiempo.
Este pequeño gran cañón, se puede visitar y es muy importante tener en cuenta que hay que llevar abundante agua para beber, ropa cómoda y para protegerse del sol y por supuesto, protección solar, ya que las altas temperaturas se harán notar durante su visita. Además debido a estas altas temperaturas, se aconseja evitar la misma en las horas del mediodía.
La visita a este lugar está organizada a través de un proyecto comunitario y el centenar de visitantes diarios, permiten ayudar a salir adelante al vecindario de Marafa.
Un guía local hace las veces de anfitrión y acompaña durante una caminata por el enclave.
La visita se inicia en la parte alta del cañón, que es al lugar al que se accede en coche. Las vistas desde aquí, son espectaculares y te permiten tomar perspectiva de la altura y profundidad del lugar.
Tras bordear un tramo de la parte alta del cañón, se comienza a descender para poder continuar el paseo desde la base del mismo.
Es muy curioso el cambio de color del paisaje dependiendo del momento del día en que se visite, dependiendo de la luz que alumbre en cada momento.
Y es que la arenisca que conforma este cañón, es de diferentes colores. Precisamente, es esta variedad de colores la que permite, dependiendo de la intensidad de la luz que reciban, realizar cambios en el panorama, dependiendo del momento en que se visite el emplazamiento.
El paseo es agradable y entretenido. Impresiona caminar atravesando el valle, contemplando durante el trayecto las impresionantes paredes que lo conforman.
Y algo que resulta sorprendente en un paisaje tan árido y caluroso, es la vegetación que aflora en determinadas zonas de este pequeño gran cañón.
A su vez el borde de este valle está rodeado de frondosa vegetación. Arbustos y árboles espinosos parece que quieran proteger esta depresión extraña, que ha querido ser la protagonista en la que, pareció ser un parque similar al de la sabana.
De hecho, se cree que antaño fue un lugar donde se celebraban muchos rituales por parte de curanderos que encontraban aquí su fuente de abastecimiento de hierbas naturales y otras plantas con propiedades curativas.
Por la zona habitan algunos animales, como antílopes, por lo que no es de extrañar el encontrarse durante el camino con imágenes de sus huellas marcadas en el suelo, así como restos de sus excrementos.
Asimismo, algún pequeño artrópodo también puede dejarse ver y saludarte durante la caminata, así que anda con precaución no vaya a ser que pises alguno sin darte cuenta.
Y hablando de habitantes en la zona, abundan las leyendas y creencias populares sobre el lugar. Según se cuenta, antiguamente, en Marafa, vivía una tribu giriama que era muy rica, tan rica, que sus gentes se bañaban en leche en vez de en agua. Pero dicen que esta ostentación fue castigada por los dioses, que crearon una grandísima tormenta que inundó toda la zona, arrastrando a todos los habitantes y su ganado hacia el río Sabaki.
Si decides visitar la costa de Kenia, Hell´s Kitchen puede resultar una visita muy interesante. Como dicen, este secreto de Kenia, puede enriquecer tu visita al país.
Y si te apeteciera conocer un enclave parecido, pero en Tanzania, en Ismila puedes encontrar algunas similitudes.