Safari Kamba
Desde 1.710$ por persona
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Como Laura decía, a pesar de todo, este año toca VIAJAZO.
Y vaya que sí, agosto fue su mes, el de Kenia y Tanzania.
Un viaje que incluyó la costa de Kenia, con la mágica Lamu, la capital Nairobi, los parques más increíbles de Kenia y Tanzania, y como no, unos días de relax en la paradisiaca Zanzíbar.
Muy resueltos, se movieron libremente durante el viaje, pero para el safari nos pidieron que les echáramos una mano.
Nosotros, encantados. Así que en cuestión de 2 semanas pasaron de la planificación a la realidad. Un safari de 7 días por Kenia y Tanzania.
Empezando desde Nairobi, su primera parada resultó el PN de Nakuru.
Desde su minivan privado para los dos, espacioso y con techo elevable, se podía disfrutar del parque cómodamente.
En Nakuru se disfruta de gran variedad de fauna, muchos herbívoros y destaca la oportunidad de poder localizar los amenazados rinocerontes, algo que en otros parques, lamentablemente no podemos observar.
Las lluvias de los últimos años, causando grandes inundaciones en la región, junto con el cambio de usos agrícolas, ha hecho que los niveles de agua se incrementasen notablemente, y por ello, la población de flamencos se ha visto drásticamente reducida.
Tras una primera toma de contacto, vendrían los parques más icónicos de los 2 países.
El primero, Masai Mara. Si además, acompaña la época de migración, lo convierte posiblemente en una de las mejores experiencias del viaje.
Tras 2 noches en Masai Mara, tocaba cambio de país, y con ello una jornada larga de traslado, con cambio fronterizo de por medio, en la ciudad de Isebania.
Tras 3 días de safari, tocaba decir adiós a sus acompañantes, Sam como guía y Mashaa al volante. Y saludaban a sus nuevos compañeros de viaje, Jose como guía y Daniel al volante.
Seguía el viaje, y ahora llegaban a Serengeti.
El vehículo habitual de safari en Tanzania es el Land Cruiser, por lo que la experiencia seguirá siendo en otro vehículo amplio y con techo elevable, en el que evidentemente, también se puede ir disfrutando del entorno cómodamente sentados.
Otras 2 noches en Serengeti, les ofrecieron la oportunidad de entender la inmensidad de este santuario de fauna, de este extenso Parque Nacional, al que no en vano, los masáis se refieren como «la llanura sin fin», Serengeti.
Tras disfrutar de Serengeti, continuaron de viaje a su vecino Ngorongoro.
¿Qué decir? la mayor concentración de depredadores de todo África, ante nosotros.
Y así, casi sin darnos cuenta, llegamos a nuestro último día de safari, que finalmente se convirtió en una jornada cultural, para conocer la cara rural de Tanzania.
Un día en el pueblo de Mto Wa Mbu, les permitió conocer de primera mano otra realidad, otra forma de vida, y salir de nuestro micro mundo en el que muchas veces nos encontramos sumergidos.
La hospitalidad de sus gentes, la curiosidad de los más pequeños, esos muzungus de visita.
7 días de viaje, con ese vaivén habitual en los caminos de los parques, que allí de forma guasona llama «el masaje africano».
Con esta última experiencia, sin duda muy enriquecedora, llegaba el merecido descanso en Zanzibar, playas y vida local, una combinación perfecta, para el broche final.
Muchas gracias pareja, Laura y Samuel, por compartir con nosotros vuestros momentos y vuestros recuerdos.
Muchas gracias por vuestra confianza.
Hasta pronto, karibuni sana