Diario de viaje Enrique y María - Udare

Jambo!

Somos Enrique y María, una pareja que decidió realizar su luna de miel de safari por Tanzania. 

Pusimos la confianza en Udare tras las opiniones y diarios de otros viajeros, decisión que fue todo un acierto.

Ahora queremos contar nuestra experiencia.

Aterrizamos en el aeropuerto de Kilimanjaro, el 29 de mayo, tras muchas horas de avión y varias escalas con Ethipian Airlines. Allí nos estaban esperando para llevarnos a nuestro hotel y poder descansar para comenzar al día siguiente el 1⁰ día de safari en el Parque Nacional de Taranguire

Conocimos a nuestra guía Flor (en castellano) y nuestro conductor Adam, profesionales experimentados y unas personas de 10, que se conviertieron en mucho más que nuestros guías. 

En nuestro primer día, en cuanto a animales se refiere no tuvimos mucha suerte, pudimos darnos cuenta de lo que realmente es un safari.

Enrique y María en su Land Cruiser. Por María

En nuestro  2⁰ día, nos dirigimos al magnífico Cráter del Ngorongongo. Ahora sí pudimos ver a varias de las especies bien de cerca y ver 4 de los Big five.

Elefante en Ngorongoro. Por María

Tras un picnic a la hora de la comida cogimos rumbo hacia el Serengueti.

Llanuras y paisajes inmensos que hablan por si solos, y si encima tienes la suerte de ver parte de la Gran Migración, la satisfacción es plena. 

Completamos la lista de los Big Five, fue un día verdaderamente increíble. 

Dormir en la naturaleza, con rugidos de felinos de fondo también tiene su encanto. 

La Gran Migración en Serengeti. Por María
Leon en Serengeti. Por María

Nuestro 4⁰ día empieza con un amanecer en globo, otra aventura que jamás olvidaremos. 

Y cuando pensábamos que el safari había acabado, nos dimos cuenta que el safari nunca acaba. 

Elefantes en Serengeti. Por María
Sin necesidad de prismático. Por María

Último día día con Udare, visita al pueblo de Mto Wa Mbu, plataneras, arrozales y  degustación de comida local. 

Paseando por Mto Wa Mbu. Por María

Tristes por acabar, pero nuestro viaje tenía que continuar. 

Karibu Sana.